¿Sabía que…?

Las mujeres tienen más probabilidad de tener trabajos no convencionales, temporales y a media jornada. Estos tipos de trabajos dan una mayor flexibilidad para conciliar la vida familiar con la profesional, pero, además de una remuneración más baja, también reduce los ingresos, la aportación al sistema de pensiones y disminuyen las posibilidades de acceso a formación, protección social y otros servicios.

Al tener una menor tasa de empleo y acumular menos experiencia y salario en el mercado laboral, sus derechos de pensión se verán limitados a la edad de 65 años. La magnitud de las diferencias vendrá determinada por el sistema de cálculo de su pensión nacional: dependiendo de si el importe se calcula solamente sobre varios años o toda la vida.

Aunque podamos pensar que ha habido muchos avances, ya que en muchos países las empresas tienen que declarar los contratos y los ingresos al Estado, las estadísticas muestran lo contrario. La brecha salarial entre hombres y mujeres no solo consiste en ganar lo mismo que su compañero de trabajo masculino en el mismo puesto de trabajo y en la misma organización, sino que hay muchos factores ocultos, como la desigualdad de remuneración entre los distintos sectores, los puestos de trabajo a los que se da distinta importancia…

En la UE, las mujeres declaran que dedican una media de 39 horas semanales al cuidado de sus hijos/-as frente a las 21 horas de los hombres. Muchos Estados miembros han ampliado la baja por paternidad, pero la tasa de hombres que se acogen a este permiso sigue siendo excepcionalmente baja. Véase el gráfico 3 de 2016 sobre la situación del cuidado y la educación diaria de los/-as hijos/-as para el grupo de edad de 25 a 49 años (Eurostat 2021).